Autonomia La autonomía es una idea compleja que tiene muchas connotaciones. En Minga de Sentipensamientos varias experiencias educativas alternativas nos pensamos la autonomía y pensábamos en libertad, en la capacidad de resistir, defender nuestros pensamientos e ideas, tener la mente abierta sobre las realidades de nuestros contextos. De la misma forma es un proceso complejo que se da desde las diferentes espiritualidades y la conexión con la tierra, y pasa por tener respeto con el otro desde la diversidad cultural.

Sin embargo es posible que la idea de libertad se esté diluyendo o quizás malinterpretando. Para algunos la libertad coincide con hacer lo que queremos sin considerar a los demás. Hay varias maneras entonces de aportar a la autonomía. Una es fomentar la confianza y el respeto en las relaciones entre los que participan de los procesos de aprendizaje-enseñanza, confianza que se establece a partir de la escucha del otro, del reconocimiento y valoración del otro. Esto es posible reconociendo que los niños, niñas y jóvenes tienen muchas cosas por enseñar, y pueden hacer sus propios descubrimientos. Se les respeta cuando se reconocen sus ritmos y tiempos, sin encasillarlos en un discurso de desarrollo por edades, sino más bien reconociendo la diversidad de maneras de aprender y la particularidad de cada historia y proceso. Se les respeta al no llevarles textos comprimidos, abreviados y estandarizados, sino al acompañarles en su propio proceso investigativo a partir de lo que les motiva, relacionándolos incluso con textos más complejos que irán comprendiendo poco a poco. Hay relaciones de respeto cuando se reconocen en los niños y niñas sus intereses e iniciativas y no se les obliga a aprender solo por cumplir con un currículo. También la confianza en los procesos de aprendizaje se puede romper por los sentimientos de competencia que pueden generar las evaluaciones. El conocimiento no se puede medir, y la autonomía emerge realmente cuando hay una motivación intrínseca que invita a aprender, y no a hacer por la angustia de la nota.

Cultura de Paz Es claro que la promoción de culturas de paz es una apuesta que rebasa los límites de la escuela, pues está se articula también con la transformación de las relaciones de género, el autoritarismo en las familias y en general, el respeto de la diversidad en la sociedad misma. Los retos son enormes, pero también reconocemos la potencia transformadora de la escuela y la diversidad de prácticas que ya existen y se desarrollan como alternativas a los contextos de guerra y violencia que afectan la escuela. A nivel de la escuela es importante buscar estrategias que promuevan la reflexión sobre la paz y sobre todo que conlleve a acciones concretas que la hagan posible. La paz entendida como cooperación, solidaridad, cuidado de los otros y defensa del territorio, el respeto por la diferencia y la promoción del pensamiento crítico.

Territorio El territorio es el lugar donde se encuentra la vida, donde se tejen los vínculos entre los seres vivos, entre humanos y no humanos. Es el espacio desde donde surge la reflexión y la acción. En el territorio donde se sembró Maestra Vida para cuidar del bosque y del agua ha sido siempre un espacio donde confluye la diversidad y el aprendizaje ocurre en interdependencia de quienes lo habitan. Este territorio este año recibió a varios compañeros de diferentes experiencias pedagógicas y al reflexionar sobre el territorio coincidimos en que éste es espacio pedagógico por excelencia, espacio donde ocurre la vida misma de las comunidades y por lo tanto es necesario empezar a estar en armonía con él. Esta armonía requiere que dejemos de pensar en el territorio como un recurso susceptible de ser apropiado y cosificado. Es más bien el escenario indicado para aprender mientras se camina y donde se reconoce la identidad. El territorio somos nosotros en conexión con todos los seres vivos que están cerca. Al mismo tiempo nuestro cuerpo es nuestro primer territorio; el cuidado de nuestro cuerpo se debe ver reflejado también en el cuidado del territorio que habitamos.